Como era de costumbre, los sábados iba a caminar y mi aventura siempre terminaba en la misma banca color marrón del parque central, hoy no era la excepción.
Solo y desorbitado caminaba en un oscuro día por los andenes decorados por infinidad de gente, sus rostros pálidos y túnicas negras hacían alarde de lo perdidas que estaban sus almas. Llego a mi destino, me doy descanso en el lugar de siempre, la banca desgastada a la cual le confiaba mis pensamientos; con sombrilla en mano veo caer las infinitas gotas de lluvia que chocan contra el suelo, mientras la gente va de un lugar a otro sin destino alguno; aquellas gotas, que alguna vez rosaron mi rostro cuando perdido en el dolor me encontraba, me recordaban a un sueño que alguna vez creí haber cumplido.
Ajeno a mi corazón, observo como parejas gustaban de la estadía mutua, como sus caricias demostraban tal amor tan grande y sus besos los alejaban a un mundo distanciado de la realidad. Retiro rápidamente mi mirada de tan desastrosa escena, tanto que lo evite, tanto que llore y aquellos recuerdos yacían en mi mente; creí que mis lagrimas se encargarían de expulsar el dolor de mi corazón pero veo que no así, ¿como pude ser victima de mi ingenuidad?, alguna vez me dijeron "no llores porque termino, sonríe porque sucedió" pero son solo palabras de un cualquiera, un verso que solo me recordaba el amor que una vez tuve pero que al final huyo de mi. Esclavo soy de mi corazón y nunca podre librarme de tal amor que yace escondido en mi ser, se que nunca la dejare de querer.
Perdido en mi mente, de nuevo las lagrimas inundan mi rostro y ahogan mi corazón, el día ya mostraba rayos de sol, estoy exasperado, el frió viento acaricia mis huesos, decido retirarme, no aguanto mas estar sentado en un lugar que me trae sueños rotos, el lugar donde alguna vez dije, te amo.
Solo y desorbitado caminaba en un oscuro día por los andenes decorados por infinidad de gente, sus rostros pálidos y túnicas negras hacían alarde de lo perdidas que estaban sus almas. Llego a mi destino, me doy descanso en el lugar de siempre, la banca desgastada a la cual le confiaba mis pensamientos; con sombrilla en mano veo caer las infinitas gotas de lluvia que chocan contra el suelo, mientras la gente va de un lugar a otro sin destino alguno; aquellas gotas, que alguna vez rosaron mi rostro cuando perdido en el dolor me encontraba, me recordaban a un sueño que alguna vez creí haber cumplido.
Ajeno a mi corazón, observo como parejas gustaban de la estadía mutua, como sus caricias demostraban tal amor tan grande y sus besos los alejaban a un mundo distanciado de la realidad. Retiro rápidamente mi mirada de tan desastrosa escena, tanto que lo evite, tanto que llore y aquellos recuerdos yacían en mi mente; creí que mis lagrimas se encargarían de expulsar el dolor de mi corazón pero veo que no así, ¿como pude ser victima de mi ingenuidad?, alguna vez me dijeron "no llores porque termino, sonríe porque sucedió" pero son solo palabras de un cualquiera, un verso que solo me recordaba el amor que una vez tuve pero que al final huyo de mi. Esclavo soy de mi corazón y nunca podre librarme de tal amor que yace escondido en mi ser, se que nunca la dejare de querer.
Perdido en mi mente, de nuevo las lagrimas inundan mi rostro y ahogan mi corazón, el día ya mostraba rayos de sol, estoy exasperado, el frió viento acaricia mis huesos, decido retirarme, no aguanto mas estar sentado en un lugar que me trae sueños rotos, el lugar donde alguna vez dije, te amo.
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