Amada mia

Finalizaba la tarde y con el crepúsculo
se dio lugar a una hermosa noche,
la cual cubria cada rincón con la oscuridad.
La luna se abrió paso entre las nubes,
asesinando el sol y adueñándose del cielo
que permanecería en tinieblas.
Una tenue luz en medio de la oscuridad,
iluminando un corazón que solo a la luna pertenece,
un corazón que late con su resplandor
y se alimenta de su inmaculado amor.

Tu eres la Luna que desgarro mi corazón y lo hizo eternamente suyo.

Te amo

sábado, 27 de febrero de 2010

Corazón regando cenizas

Las horas que han existido después de ti
han creado un vació en lo profundo de mi,
tu ausencia ha embargado mi alma
con sed de tu sonrisa, de tu cautivadora mirada.
El arrepentimiento me consume lentamente
y deteriora el aliento que me da vida,
el pasado es recordado por el presente
con el único anhelo de curar nuestra herida.

Mis ojos se han pagado
porque tu felicidad dejo de brillar en ellos,
cuanta soledad he soportado,
tu amor es mi única y real compañía.
Intentos en vano por querer respirar
cuando mi vida contigo se fue a volar,
mi camino se desvanece por la niebla
que se condensa en mis sueños.
Ya no existe amanecer donde mis ojos
ya no se derramen por ti,
mas esto me ha convertido de nuevo
en aquel niño con un único anhelo
que es resguardarte en sus besos.

El orgullo, mi ser despreciable, la falsedad,
se ha quedado atrás, porque mas hoy
tan solo deseo probar de nuevo el amar.
El viento rasga mi alma con sinceridad
para hacerme pagar por la crueldad
de palabras quemadas por la apatía.

De consuelo solo poseo una guitarra sin voz,
poemas negados por el dolor y el amor
y un corazón regando cenizas en su interior.

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