El cielo cierra los destellos de luz,
desaparece de él su tranquilo Azul,
secuestra la calma con sus nubes grises
junto con tus lagrimas más tristes.
El océano destroza el feroz viento
con su incomparable fuerza y audaz reflejo;
halla el refugio de la tempestad
en el amor que te acompaña en eternidad.
Espérame pacientemente; observa el mar
atestado de las brumosas olas delirantes,
obsérvalo porque en él me podrás hallar
y en el velo de mi alma podrás descansar.
Inmoviliza tus pasos al borde del abismo,
siente la tormenta que acecha al precipicio;
sin que tus manos suelten las mías al caer
permanece a mi lado con seguridad amor mío.
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