Amada mia

Finalizaba la tarde y con el crepúsculo
se dio lugar a una hermosa noche,
la cual cubria cada rincón con la oscuridad.
La luna se abrió paso entre las nubes,
asesinando el sol y adueñándose del cielo
que permanecería en tinieblas.
Una tenue luz en medio de la oscuridad,
iluminando un corazón que solo a la luna pertenece,
un corazón que late con su resplandor
y se alimenta de su inmaculado amor.

Tu eres la Luna que desgarro mi corazón y lo hizo eternamente suyo.

Te amo

miércoles, 7 de octubre de 2009

Eternidad

Han crecido ocho rosas en el jardín de nuestro corazón, rosas que en su 
color declaran la sangre que se derramo al lastimarnos con las 
espinas que se atraviesan en el pasado, que sus tallos delgados 
son las lagrimas que caeran y las veces que nos tendremos que
levantar luego de derrumbarnos victimas del suelo. Crecen las 
flores, sostenidas por una ilusión, guiadas por la esperanza...
hacia el cielo de la felicidad.

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