Amada mia

Finalizaba la tarde y con el crepúsculo
se dio lugar a una hermosa noche,
la cual cubria cada rincón con la oscuridad.
La luna se abrió paso entre las nubes,
asesinando el sol y adueñándose del cielo
que permanecería en tinieblas.
Una tenue luz en medio de la oscuridad,
iluminando un corazón que solo a la luna pertenece,
un corazón que late con su resplandor
y se alimenta de su inmaculado amor.

Tu eres la Luna que desgarro mi corazón y lo hizo eternamente suyo.

Te amo

viernes, 23 de octubre de 2009

Pasion


Rosas rojas son las que nacen,
en los jardines dotados de luz;
La belleza es una virtud,
que únicamente surge de tu cuerpo.

Cuerpo que con el tiempo sacia su sed
derramando en lagrimas el elixir
que añora el mas delicioso placer...
la sequia en un desierto sin amor.

Cautivadores tus ojos que adornan orgullosos
el rostro con los gestos y rasgos más hermosos,
es dueño de las miles de miradas
que al verlo quedan atrapadas.

Tantas noches de pasión serian testigos
de lo excitante que sería expresarte mi amor,
al perder mis labios en tu piel,
escabullir mis besos y caricias en todo tu ser.

Tus manos y las mías rasguñarían el cuerpo
que será esclavo del dolor más exquisito,
cuando se mezcle tus gritos de lujuria con los míos
y así el oscuro silencio sea tempestad de pasión.

La locura será el aire que nos falte,
será la lluvia en que nos ahogaremos solos tu y yo,
un océano de abrazos lanzados al azar
para perpetuar lo que nuestras manos desean expresar.

Tus labios son el preludio de mi obsesión,
tu cuello donde se forjara la prisión
donde me encerrare al besarte sin parar;
será la luz que nos permita liberarnos al mar.

Beberé el aroma de tu cabello,
pero me embriagare con el de tu cuerpo.
Morderé a trozos pero suavemente tu pecho
hasta que cese con el sabor de tu vientre.

Inmaculado será el lecho de la satisfacción,
de la complacencia y la liberación del corazón,
porque el tocar y sentir
es otra forma en la que escapa nuestro amor.

La noche caerá bajo el hechizo de nuestros deseos,
será un eterno paraíso de rosas,
donde cada espina se romperá con cada gota
de la pasión que por tu cuerpo se desborda.

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