Insensibles corazones vuelan por lo aires,
palpitando en la cuna del romántico viento
hasta hallarse unidos en un caluroso sueño
que se resume con el deseo de sentir el cielo.
Danzan juntos los inseparables amores
en ríos de seda que los ahoga sin dolores,
saciados de aguas felices y colores
se abrazan dos trozos de sal
jurando mutuamente ser compañía en las noches.
Así una Estrella ama a la Luna
y la Luna ama a una Estrella...
En medio de bellas luces serenas
brillan sonrientes dos refugios
de lindas esperanzas perpetuas.
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