Tiempo antes desplazamos muros
para construir un refugio.
Tiempo después desatamos las cadenas
que unían un rayo oscuro.
En el instante de fuego ardimos,
tu y yo sin cesar nos perdimos
juntos, como truenos incandescentes.
Sé que el sol cae,
cae despiadadamente y me quema el corazón.
Me consumo en brillos de alegría
que despliega nuestro amor.
Oh!...Tus ojos se iluminan en los míos
viendo la verdad en colores cenizos.
Oh!...hermoso amor,
vives cada noche
y mueres sin dolor.
No es una maldita pesadilla,
es el cielo que delira…
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