Amada mia

Finalizaba la tarde y con el crepúsculo
se dio lugar a una hermosa noche,
la cual cubria cada rincón con la oscuridad.
La luna se abrió paso entre las nubes,
asesinando el sol y adueñándose del cielo
que permanecería en tinieblas.
Una tenue luz en medio de la oscuridad,
iluminando un corazón que solo a la luna pertenece,
un corazón que late con su resplandor
y se alimenta de su inmaculado amor.

Tu eres la Luna que desgarro mi corazón y lo hizo eternamente suyo.

Te amo

viernes, 18 de diciembre de 2009

Unidos



Una de las niñas se levanta y se acerca con cautela al lugar donde se encontraba el niño solitario y callado, sin sugerir nada, ella se sienta a su lado y lo mira fijamente.

-¿Cuál es tu nombre?-Pregunta ella acorralándolo con una mirada inquietante pero curiosa.

-No vengas con tu interés fingido, yo soy alguien quien no tiene porque ser de tu interés-Responde el niño esquivando la mirada de la niña; se muestra desinteresado y procura ignorarla.

Tratando de ocultar un gesto de desesperación, ella no se rinde al mirarlo y continúa sin prestarle importancia a las bruscas palabras del niño.

-Mi nombre es Verónica.-Dice ella esperando escuchar algunas palabras.

-¿Porque lo haces?-Pregunta él reteniendo su mirada que se dirigía al suelo.

-Quiero conocer un poco de ti; Te he visto siempre merodeando por este jardín, pero hasta el momento tengo la oportunidad de hablarte; caminas en compañía de las rosas y miras el cielo con una profunda pasión, los demás murmuran cosas de ti, del porque nunca conversas con nadie o porque permaneces tan soli...

-Calla tus palabras-La interrumpe el niño y continua-. Nadie me conoce, así que nada de lo que exclaman sus parloteos llega a ser mi verdad. Me cautiva este jardín, me llena de amor, sueños e ilusión; Me siento libre, tranquilo en medio de estas espinas. Me encuentro conmigo mismo al refugiarme en la soledad, conozco mi espíritu y soy juego de mi corazón, el cielo lo siento mi hogar y la Luna es la felicidad que quiero saborear. Aunque me entristece que los demás no vean la belleza que existe a su alrededor. Por cierto, mi nombre es Alex.

Al finalizar, el niño levanta su rostro y lo fija frente al de ella. La niña por un momento permanece inmóvil al quedar atrapada por la mirada fría que ha enterrado él en sus ojos, pero florece en sus labios una suave sonrisa.

-No creí que un tarado pronunciara tan profundas palabras-Dice Verónica cobijando con sus manos una pequeña carcajada.

-No pensé que a una chiquilla le interesara lo que digo.-Contesta Alex en su defensa, sin emitir expresión alguna.

Verónica -sin temer a la reacción que tuviera Alex- se sienta junto a él,  toma su brazo y lentamente ladea su cabeza sobre el hombro del niño. Alex no responde a la acción de Verónica; permanecen largos minutos en tranquilidad.


-¿Sabes?-Verónica interrumpe el silencio-, yo en ocasiones al igual que tú me he sentido sola, aunque miles de personas se encuentren a mi lado. Pareciera que estuviera en medio de espejismos disfrazados y tan solo le compartiera mis emociones y sentimientos a un espejo; Mis amigas, mis amigos, mi familia e inclusive yo misma me desconozco, porque ellos me llenan de sonrisas y lagrimas falsas que sepultan mi alma.

-Yo prefiero caminar solo que en compañía de mascaras. Me permito soñar y plasmar mis sentimientos donde nadie más logre encontrarlos ni dañarlos.  Soy libre para conmigo mismo, con el hilo de mi corazón coso sin preocupación  las halas que aguardan dentro de mí, se que algún día volare y palpare el cielo con mis manos.

-Amo escribir, cantar y leer. Este árbol que nos está abrigado en su sombra, ha sido el huésped de mis escritos, de mis lecturas y canciones. Siempre, cuando mas exhausta estoy de la tristeza, me reúno conmigo misma y subo este árbol, lugar donde nadie logra lastimarme y puedo sonreír verdaderamente al expresarle todo mi amor a la vida que es tan hermosa.

Los labios de Alex se curvan y muestran una leve sonrisa, asombrando a Verónica que termina también sonriendo.

-¡Verónica! ¡Verónica!-Grita Linda -¿Que estás haciendo  al lado de él? apresúrate.

Verónica toma con fuerza la mano de Alex y dice:

-De nuevo me despierto de un sueño, de nuevo, con mi mascara me encuentro.

-Podrás soñar tan pronto la Luna brille de nuevo en el cielo junto con las estrellas-Exclama Alex.

-¿A dónde iras?, ¿Me permitirás hablar de nuevo contigo?-Pregunta Verónica.

-Jhon me espera, volveremos a hablar, te lo prometo. Aléjate, que por ti aguardan.

-¿Quién es Jhon?-Pregunta confundida.

-Mi refugio.

"Pronto volaremos en medio de estrellas fugaces."


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