Amada mia

Finalizaba la tarde y con el crepúsculo
se dio lugar a una hermosa noche,
la cual cubria cada rincón con la oscuridad.
La luna se abrió paso entre las nubes,
asesinando el sol y adueñándose del cielo
que permanecería en tinieblas.
Una tenue luz en medio de la oscuridad,
iluminando un corazón que solo a la luna pertenece,
un corazón que late con su resplandor
y se alimenta de su inmaculado amor.

Tu eres la Luna que desgarro mi corazón y lo hizo eternamente suyo.

Te amo

lunes, 29 de marzo de 2010

Jamas se deja de soñar

Tras las cortinas, siendo perseguido por la luz de las lumbreras del cielo, el cabello rompe la corriente del viento y entra a la habitación donde se halla la doncella abrigada en su lecho. El sueño de la doncella es interrumpido por un cálido sonido…


- Amor mío, en esta noche ni la bruma, ni la gélida brisa me impidió venir por ti.

-Caballero apasionado, cegado por tu amor incontrolado, ¿Cómo te atreves a traer tu alma a mi lado?

El caballero hace caso omiso a las palabras de la doncella, se acerca a ella levemente y toma su rostro entre las caricias de sus manos…

-Tanto tiempo, tantos años, ver tu sonrisa es como hallar el arcoíris en medio de una tormenta, eres una mujer tan bella, en tu rostro esta tallada la luna de una manera perfecta.

-No invoques tus caprichos en tus labios -voltea la mirada-, créeme que tu presencia me ha embargado, mas tus palabras de falsas esperanzas me han llenado. Es imposible recibirte con una sonrisa a este recinto que por los sentimientos ha sido abandonado.

-Tú eres la fuente del amor, en ti vive todo aquello que es pasión, se que en tu alma de igual manera creció el dolor pero estoy seguro que tu corazón puede florecer incluso en el invierno y palpitar llenando de belleza todo aquello que la carece, ningún sentimiento te pudo haber dejado.

-Hablas de aquello que desconoces, de algo ajeno para ti. Por favor, parte ya de aquí que no te entregare por lo que has venido porque para mi corazón eres un recuerdo en el olvido.

-Desde aquel momento en que partiste y que de mi mano se esfumara tu calor, no me he detenido un instante por recuperarte amor. El saber que lejos de mi te encontrarías, que el latir de tu corazón ya no escucharía, que tal vez me olvidarías, me rompía el alma y me abandonaba en un desierto sediento de ilusiones. Me derrumbe tal día, sentía que mi vida ya no valía, que me calumniaba la apatía, me asesinaba el creer que el amor en mi ya no existiría; ¡Qué mientan mis lágrimas, mi soledad, al negar que mis sueños no te han extrañado, que tu ausencia me ha quemado y sin ti la felicidad se ha derramado!

La doncella se levanta de su lecho y se aleja del caballero…

- No intentes convencerme para retroceder con tus versos adornados de una belleza falsa, tan solo permites que posea pena por ti, mas compasión no logro darte; comprende que aquello murió, que permitimos que se deteriorara, que aquella llama se apagara, no busques mas algo que el viento se ha llevado para siempre.

El caballero se incorpora y se acerca a la doncella nuevamente.

-Me niego a creerlo, para mí esto es lo único que para mí no ha muerto. Si hay algo que para mí es eterno, es la felicidad que tan solo por ti siento y luchare por tu sonrisa aunque signifique sacrificar mi vida, porque seguro estoy del amor que siento por ti, de que es real y verdadero. Por esto aquí me encuentro, por esto abandone otros sueños, porque el mío es tan solo permanecer junto a ti.

-Te replico, no sabes que estás haciendo, ve e mira a tu cielo que yo en el ya no me encuentro. No suscites en mí más recuerdos, no sabes lo que hiciste, mas aquello no tiene remedio. Yo aun en mi vida sueño, existen en mí muchos deseos que añoro cumplir y tú no te encuentras en ellos.-Una lagrima cae en su rostro-

El caballero la mira fijamente y el silencio los resguarda por un momento; Él en sus manos deja la lágrima que empapaban las mejillas de la doncella y le relata suavemente.

-Tú eres la luz que ilumina mi vida cada día, la Luna que me acompaña en cada noche oscura y que sin importar que tan nublado se halle el cielo siempre te encontraras en el, siempre serás parte de mi vida, serás el único amor en mi corazón, por favor, no puedes negarlo porque sé que me amas tanto como yo a ti, que solo juntos logramos ser completamente felices.

La toma en sus brazos y lentamente cella sus palabras besándola ligeramente, ella no intenta detenerlo y le entrega sus labios en una expresión con una pasión cautivadora. La abriga con el calor de su cuerpo y se deleita de la piel con sus besos. La noche testigo es de aquel amor, una vez más y finaliza en un…

Te amo.

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