Amada mia

Finalizaba la tarde y con el crepúsculo
se dio lugar a una hermosa noche,
la cual cubria cada rincón con la oscuridad.
La luna se abrió paso entre las nubes,
asesinando el sol y adueñándose del cielo
que permanecería en tinieblas.
Una tenue luz en medio de la oscuridad,
iluminando un corazón que solo a la luna pertenece,
un corazón que late con su resplandor
y se alimenta de su inmaculado amor.

Tu eres la Luna que desgarro mi corazón y lo hizo eternamente suyo.

Te amo

lunes, 28 de junio de 2010

Los brazos de la esperanza


Son miles de cosas que se derrumban sobre ti,
tan débiles son los cimientos del alma
que solo queda refugiarte bajo los brazos de la esperanza,
una esperanza ciega, que ni el miedo espanta.

Yo soy aquel que nada carga sobre su espalda,
pero el vació se cierne sobre mi cara
al no hallar un corazón donde guardar el amor
que el mundo sin compasión me rechaza.

El frió calumnia tu cuerpo y congela tu espíritu,
y los brazos que buscas se han marchado...
date cuenta que el no sirve para estar a tu lado.
Ninguna ayuda te brindaría aquello que no existe.

Mis manos son la corriente de caricias inertes,
el cariño que se ha marchado, los besos de la muerte.
El abrazo que he dado no encuentra aquel calor
que brinda un propósito a mi insignificante dolor.

Me intenta asesinar la pena y la misma vida,
pues hablar de ti y de mi, torna los sueños una pesadilla,
porque no existimos en el mismo tiempo,
somos un amor que jamas debió sentir el viento.

Y sin embargo, te brindo mis brazos, te abro mi camino,
para que partas ahora o navegues esta tormenta conmigo.
Otorgarle a mi pasión un poco de  sentido,
soy una guarida vacía donde puedes refugiarte
y tu la tristeza que deseo que acabe.

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