Fuego carmesí vivo en mis manos,
¿En qué momento escapaste de mi corazón
y dejaste mis sentimientos atados?
Sé que no hallaste alguna razón
para continuar ardiendo en mi interior,
junto a ti siento la ceguera de mi alma
que en una mañana de estas despertó.
Sentimientos que vuelan al rededor,
despegan suavemente como el mortífero humo
del cigarro que entre más se acerca al cielo,
mas se disuelve de mi vista;
Sentimientos que queman nubes blancas
y tornan gris el azul de las albas,
son lo que respiró la mujer atada
por los pálpitos de tu protector calor.
Un camino aguarda por ser lienzo de mis huellas,
asesino cruel de mis esperanzas etéreas,
¿Dispuesto estas a iluminarme en la penumbra
y proteger a mi naufragio de las mareas?.
Fuego pasional, fuego torpe e irracional,
ya su nombre es arte en mi pecho,
soy de ella y los miedos se han deshecho;
Su senda he atravesado, como a su vida
y como tú, que eres el arma consecuente
de este hombre de escasa suerte,
un hombre que ama sin saber amar.
El destino está predeterminado
para un fuego de color delicado,
hasta que decide arder con furia
para iluminar lo que se ha apagado.
0 comentarios:
Publicar un comentario