Amada mia

Finalizaba la tarde y con el crepúsculo
se dio lugar a una hermosa noche,
la cual cubria cada rincón con la oscuridad.
La luna se abrió paso entre las nubes,
asesinando el sol y adueñándose del cielo
que permanecería en tinieblas.
Una tenue luz en medio de la oscuridad,
iluminando un corazón que solo a la luna pertenece,
un corazón que late con su resplandor
y se alimenta de su inmaculado amor.

Tu eres la Luna que desgarro mi corazón y lo hizo eternamente suyo.

Te amo

sábado, 30 de octubre de 2010

La debilidad del guerrero


La satisfacción no está en ganar
si no en haber luchado hasta el final;
Es lo que me ha enseñado la guerra:
procurar llorar sin extraviar la dignidad.

No es de infantes aceptar la derrota,
como lo he hecho al devorarte en mi memoria,
pero mi corazón es de los mas orgullosos
y me obliga a luchar por vernos juntos.

La soberanía solía cabalgar en mis ojos,
pero el diablo soñó con cielos rotos.
Apague mi vista estando a su lado,
dormir en su infierno fue mi pecado.

Me precipite al final del libro
sin considerar que en las páginas del mismo
descubriría por quien yo moriría.
En tu historia latía acosado mi destino.

¿Acaso escogí yo apostar mi vida
en la batalla que dolido perdería?
En la muerte del amor traicionera crece
la debilidad del guerrero convaleciente.

No hay salvación para el que ha caído,
De antemano su vida fue el hastió,
mira que necio a mis instintos
Admito que mis anhelos se han rendido.

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